Hay algunas palabras, que se deben evitar a toda costa dentro de casa:
QUÉ DESGRACIA!:
Crea fatalidades, oscuridad, quebranto y ausencia del divino.
OH MIERDA!:
Llama la podredumbre, la suciedad y la adversidad.
MALDITA SEA!:
Lanza plagas y personificación de maldiciones, crea estancamientos y bloqueos.
QUÉ IDIOTA, QUÉ ESTÚPIDO, QUÉ TARADA!:
Genera inferioridad, limitación, inseguridad, incertidumbre. Deben evitarse principalmente con niños e hijos.
MISERABLE: Crea escasez, indigencia, pobreza y penuria.
ENOJADO: su base significa condenado, sufrido y perambulante, maldito, malvado, llamar a alguien "enojado" es maldecir a la persona, por qué enojado significa "condenado a todo mal ".
DESGRACIADO: Crea un entorno de ausencia de gracia de espíritu, de gracia del universo. Como la palabra lo indica, está fuera de la gracia de Dios y así se determina en el hogar.
También solemos expresar frases como:
•NO HAY DINERO
•ESTOY DESESPERADO
•PORQUE SIEMPRE PASAN ESTAS COSAS?
•QUÉ DURA ES LA VIDA!
•NO PUEDO...
Y un sinfín de etcéteras…
Ten en cuenta que las palabras asumen la dirección que la intención y las emociones las imprimen, es en la sustancia y no en la exacta forma que descansa su fuerza.
Es momento de refinar para que la luz pueda fluir. Sé responsable de tu lengua, para no ser esclavo de tus palabras.
Bendice en lugar de maldecir.
By: Yency T.